lunes, 19 de noviembre de 2012

Cédula de sala de Guardapelo


Guardapelo de Abel Zavala


Desde hace cuatro años Abel Zavala elabora una serie de experiencias táctiles y espaciales que ahora se reúnen, invitando al público a interactuar con ellos a partir de sus sentidos, el cuerpo en el espacio y su imaginación.  Y es que estas obras también son cuerpos en el espacio.  Elaboradas a partir de un minucioso proceso artesanal en el que utiliza el pelo de perro, la lana de borrego y la lana de alpaca en formas inusitadas, estas piezas convierten las cualidades plásticas de estos materiales en un imán que nos incita a acercarnos a la variedad de sensaciones que provocan, a partir de su adhesión a distintos soportes y estructuras formales que evocan elementos naturales y primigenios estilizados.  Con base en sus anteriores experiencias en la pintura y la cerámica, Zavala conjunta aquí sus habilidades para el diseño bidimensional y tridimensional, incitando a un proceso de recepción que nos exige a la vez el acercamiento y el alejamiento, convirtiendo al espectador en co-creador de procesos de significación que sólo puede constituirse completamente a través del cuerpo y la memoria, recogiendo y entrelazando las distintas vivencias provocadas por la obra en el espacio.  De manera parecida a la producción escultórica de Louise Bourgeois, entonces, la obra de Zavala construye símbolos aparentemente abstractos que, a través del ejercicio conjunto de la intuición y la facultad de discernimiento conceptual, constituyen dispositivos que sobrepasan el ámbito de la lógica cartesiana para enriquecer nuestra vivencia a partir de otros registros de sabiduría contenidos a nivel del inconsciente corporal y mental.

                                                          Karen Cordero Reiman
México, D.F., noviembre 2012

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